martes, 30 de mayo de 2017

Volver al alto lizo, en bastidor.




Esta es la primera pieza que he realizado totalmente a mano, en todas las fases de su proceso.
Primero he cardado la lana, luego he hilado el hilo y luego lo he tejido en un bastidor de alto lizo.



Aquí tenéis algunas de las piezas tejidas en bastidor, alto lizo, con lanas teñidas por mí el verano pasado en el pueblo. El verde es una mezcla del azul del Indigo y el amarillo del Tanaceto.
Los rosas son de la Cochinilla.


Estos son ensayos para fundas de móvil o ideas por el estilo, son bastante fuertes y protegen bien porque la lana amortigua mucho los golpes, bueno ya sabéis que tiene unas propiedades estupendas, también amortigua del frío y del calor, del sonido... etc.


 
Este es un monedero que realicé para estrenar el bastidor este invierno, y que fue un regalo para mi sobrina Solena.




Y este kimono para su hermanito Kian.  Que aunque no venga a cuento, fueron mis regalos en ese viaje que realicé, para ver a esta parte de la familia, instalada en Totnes, Gran Bretaña.

Fuso y rueca


                                               Este es el hilo que acabo de torcer esta tarde.
Significa que he creado un hilo, con este fuso (como se denomina en Aragón), a partir de dos tipos de lana cardada. Se pueden diferenciar los dos tipos de lana porque en la imagen el hilo tiene dos tonalidades diferentes, un blanco crudo y un color arena suave.



 Con estas sencillas herramientas, las mujeres han hilado durante siglos en la montaña. El fuso, que es el instrumento dónde está enrollado el hilo, y la rueca, que se denomina al palo dónde se ata el copo de lana cardada. Dos criaturas inseparables, en la fabricación del hilo, en su forma más ancestral, en la tradición pirenaica.

Este ovillo está realizado con el fuso y la rueca. 
Ya veis que fino es el hilo comparado con la primera imagen.


Estas son algunas lanas cardadas, de las que sale el hilo que sirve para tejer.


Este es un hilo torcido y realizado industrialmente.